martes, 11 de febrero de 2014

La hora del pantalón-peto



Mentiría si dijera que los petos vaqueros de toda la vida no me gustan. Son un clásico. Como las Wayfarer, las trencas o Mª Teresa Campos. Siempre están ahí.  De hecho me causan una ternura inquietante. Quizás parte de la culpa es de aquellas películas americanas de mi infancia, como  My Girl, Stand By Me o Super Mario Bross.

Pero mi novia hoy me ha vuelto a sorprender. Ha sacado un pantalón-peto de su bolsa. Yo, igenuo, he pensado que ya teníamos planes para el fin de semana: pescar con mosca en el Manzanares. Pero no. La cosa es que parece ser que el pantalón-peto es tendencia. Y no es un peto clásico. No es un pantalón con tirantes. Realmente no sé lo que es. Solo sé que es tendencia.

Pero no. Hoy no voy a criticar. Hoy voy a decir: QUÉ GRAN IDEA! Son todo ventajas. Podrá andar entre los matorrales, ya tiene la mitad del disfraz de apicultura para Carnavales, no se le saldrá la camisa del pantalón ni jugando al Twister... y no sigo porque hemos quedado con mis padres en dos horas y media y acaba de empezar a arreglarse la princesita. Hoy tampoco llegamos a tiempo.


2 comentarios:

  1. jajaj!! Acabo de descubrir tu blog y mola mucho! :)
    Me quedo de seguidora!! :)
    Te invito a pasarte por mi blog por si te gusta! ;)

    Un besito!

    http://nuncaesdemasiadorosa-mariaexojo.blogspot.com.es/2014/02/campero-chic.html

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  2. Me encantan los petos vaqueros !!
    Muy chulo el blog y muy original, me quedo por aquí :)
    ¿Te apetece si nos seguimos?
    Besitos
    Say Cheese

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